Terrario
Consejos
Nuestros terrarios son muy fáciles de cuidar. Solo necesitan luz, agua una vez al año y un poco de atención. A continuación, te damos los trucos básicos para cuidarlo bien.
Luz
Las plantas necesitan luz para hacer la fotosíntesis. El terrario se tiene que colocar cerca de una ventana pero lejos de la luz del sol directa. Lo ideal es ir girando el bol cada semana para que todas las partes de la composición reciban la luz que necesitan.
Agua
Cuando la tierra alrededor del árbol principal esté seca, es hora de regar el Jardín en un bol. Normalmente, es una vez al año. Para regarlo se tiene que utilizar un pulverizador y humedecer la tierra alrededor de las plantas principales. Es recomendable no humedecer el musgo. La cantidad de agua depende del tamaño que tenga el bol y el agua es preferible que sea filtrada o de la lluvia.
Temperatura
El Jardín en un bol necesita una temperatura de entre 15 y 27 grados centígrados. Si la temperatura es más alta, recomendamos destapar el bol e ir regando con regularidad. Las plantas que hay dentro son de tipo tropical y están acostumbradas a la humedad.
Condensación
La condensación es necesaria para que el Jardín en un bol no se tenga que regar casi nunca. El agua condensada vuelve a caer a la tierra y riega las plantas que hay.
De todos modos, mucha condensación no es buena. Normalmente se concentra en un lado del bol. Es importante ir girando el bol cada semana para que se reparta por todas partes. Si hay mucha condensación y es difícil ver las plantas que hay dentro, quiere decir que el Jardín en un bol ha recibido demasiada luz o calor. En este caso va bien abrir la tapa durante unos minutos. Si el agua condensada no acaba de caer dentro del bol, se puede abrir y pasar la mano para provocar que caiga más rápidamente.
Poda
Va bien podar algunas hojas cuando éstas empiezan a tocar el cristal. Para hacerlo, se tiene que cortar la rama por debajo las hojas y dejar el bol abierto durante unas horas para que las ramas se recuperen y sigan creciendo.
Otros detalles
Las plantas necesitan aclimatarse a su nueva ubicación y en alguna ocasión pueden tener síntomas de estrés provocado por cambios en la luz que reciben y en la
humedad. Algunas hojas pueden caer o volverse amarillas y puede salir moho en alguna parte. Si esto pasa, es importante retirar el moho y las hojas amarillas o caídas cuanto antes mejor. Es por eso que recomendamos fijarse más en el bol las primeras semanas. Después de esto, las plantas siguen creciendo con normalidad.
Datos curiosos
Estas composiciones de plantas son como jardines eternos, pequeños ecosistemas naturales en cuyo interior se crea un microclima perfecto para que las plantas se desarrollen y crezcan con los mínimos cuidados. ¡Solo hay que regarlos una vez al año!