Cómo regar tus plantas en vacaciones
¡Las vacaciones ya están aquí! Es tiempo de decir adiós a la rutina y de relajarse en la playa tumbados al sol: haces las maletas, un último vistazo para comprobar que no olvidas nada, y ¡rumbo a tus días de descanso! Pero, ¿qué hacer con tus plantas durante ese tiempo? Hoy queremos hablarte de los mejores métodos para regar tus plantas de interior en verano mientras disfrutas tranquilamente de tus vacaciones. ¡Seguro que te resultarán muy útiles!

Cómo regar tus plantas de exterior e interior durante tus vacaciones
Lo más práctico para mantener hidratadas las plantas de tu terraza o jardín es instalar un sistema de riego automático, siempre que tengas un grifo al que conectarlo. Puedes elegir un dispositivo de aspersión, difusión o goteo. No tendrás que complicarte la vida: simplemente, conecta al grifo un programador a pilas con electroválvula integrada y los riegos se realizarán a las horas indicadas.
Como ves, regar tus plantas de exterior durante tus ausencias, no es nada complicado. El problema son las plantas de interior. Aunque, en principio, también sería posible instalar un sistema de riego automático, seguro que no te apetece mucho ver el salón de tu casa lleno de tubos y envases. ¡Qué no cunda el pánico! Aquí tienes 3 opciones prácticas para regar tus plantas de interior sin necesidad de pedirles el favor a tus vecinos:
Tiestos de autoriego
Este tipo de recipientes están dotados de un depósito, provisto de unos tubos altos y delgados. Desde este depósito, que funciona por capilaridad (propiedad que tienen los líquidos para alcanzar diferentes alturas en función del grosor de los tubos: mientras más delgado sea el tubo capilar, mayor altura alcanzará el líquido), la planta recibe regularmente el agua que necesita. ¡Lo único que tendrás que hacer antes de salir de vacaciones, es comprobar que el depósito está lleno!
Por lo general, este tipo de depósitos suelen valer para suministrar agua de una semana a un mes y medio, dependiendo del tamaño del recipiente o la temperatura ambiental, entre otras variables. Para que puedas comprobar siempre el nivel del agua, disponen de un dispositivo flotante que sube y baja a medida que el agua se va consumiendo. Comprueba regularmente el nivel y no esperes a que el depósito se vacíe por completo para volverlo a rellenar. Tampoco es conveniente rebasar el tope máximo ya que en ese caso el agua se desbordará y ahogará las raíces.
Para conseguir un buen nivel de drenaje y evitar el exceso de humedad, una buena solución es colocar en el fondo del recipiente un puñado de gravilla antes de añadir el sustrato.
Los tiestos de autoriego son muy recomendables para mantener tus plantas bien hidratadas durante los 365 días del año. Además, podrás encontrarlos en multitud de atractivos y decorativos diseños, que además de realzar su belleza al máximo darán tu toque personal al salón.
Conos de arcilla
Este tipo de dispositivos están provistos de una rosca a la que se acopla la boquilla de una botella de agua. A continuación, el cono se entierra en el sustrato, quedando la botella en posición invertida. La microporosidad de la arcilla permitirá que el agua vaya saliendo y distribuyéndose por la tierra de forma dosificada. Una botella de dos litros suele ser suficiente para mantener la humedad de la planta durante unos 15 días. Dependiendo de la mayor o menor porosidad del cono, el agua tardará más o menos tiempo en agotarse.
Existen diferentes versiones de esta modalidad: la botella se puede sustituir por una serie de tubos de plástico que se introducen en un recipiente con agua. Hay que tener la precaución de llenar el cono de agua para purgar el aire que contenga antes de clavarlo en la tierra. También hay que comprobar que el contenedor del agua queda a un nivel ligeramente inferior al del cono para evitar que el líquido se vierta por efecto de la gravedad.
¡Con este método, realmente sencillo y económico, podrás mantener tus plantas perfectamente regadas durante tu ausencia!
Agua gelificada
El principio del riego con agua gelificada es el siguiente: en un envase se introduce una sustancia que tiene la propiedad de absorber y retener gran cantidad de líquido. Al hidratarse, dicha sustancia adopta una consistencia gelatinosa. Una vez abierto el envase, se coloca en contacto con la tierra y el líquido contenido en su interior va hidratando la planta. Otra versión de este mismo sistema consiste en enterrar el recipiente en la tierra, en posición invertida. En cualquier caso, el método más habitual y sencillo es: abrir, girar la rosca y colocar el agua gelificada en contacto con la tierra.
Mediante este sistema, y dependiendo del grado de humedad que tenga el sustrato, es posible mantener hasta dos semanas la humedad de la tierra. De todas formas, lo ideal es no quedarse cortos y colocar al menos un par de envases por tiesto.
Otra versión, muy atractiva y decorativa, son las bolitas de gel, de colores o transparentes, para colocarlas tanto en tiestos como en jarrones con flores. Se compran secas en bolsitas y tan solo hay que verterlas en un recipiente y añadirles agua para que adquieran la consistencia gelatinosa.
Esperamos que estos consejos útiles te ayuden a disfrutar plenamente de tus días de relax, con la tranquilidad de saber que a tu regreso, encontrarás tus plantas favoritas tan hermosas y saludables como las dejaste. ¡Felices vacaciones!