El Adiantum Capillus-veneris o helecho culantrillo es una de esas plantas guapísimas que lucen tan delicadas y perfectas que querrás tenerla en casa. Pero como buen helecho, puede tener algo de mala fama. Pero no creas en las malas lenguas, que no son plantas difíciles sino incomprendidas. Con esta guía de cuidados del helecho culantrillo lo tendrás todo para que crezca frondoso, radiante y feliz. Quedarás como el encantador de plantas frente al resto del mundo, esta guía será nuestro secreto.
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Datos sobre el helecho culantrillo
- Es tan popular que tiene un montón de nombres comunes: cabello de Venus, Culantrillo de pozo, Cabellera de venus, arañuela, y muchos más.
- No sólo es bella y elegante, sino que también es una poderosa purificadora que elimina del aire partículas tóxicas y mejora los niveles de humedad.
- Es originaria de las regiones lluviosas tropicales, en donde suelen crecer a orilla de los arroyos y ríos. Así que tendrás idea de los niveles de humedad que requiere.
- Su follaje tan delicado y de lindo color verde es completamente seguro para las mascotas. Si bien no te hará feliz que tu peludo amiguito mastique las hojitas, al menos tendrás la seguridad de que no afectará su salud.
- El helecho Culantrillo puede medir entre 20 a 40 cm de alto y ancho, Es una planta más bien baja pero frondosa, así que es perfecta para lugares donde quieres una planta con volumen, pero que no crezca de forma descomunal.
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Cuidados del Helecho Culantrillo
Luz y temperatura
El delicado helecho culantrillo prefiere la semi-sombra, aunque adora el sol de la mañana y el del atardecer. Es importante no colocarla directamente bajo el sol, pues se quemarán sus hojitas. Puedes dejarla cerca de una ventana con una cortina o protegida por otras plantas. Gira la maceta de vez en cuando, para que crezca de forma equilibrada.
Prefiere las temperaturas constantes entre los 18 y 25° C, aunque es capaz de resistir bien temperaturas gélidas de -5°C, es muy sensible a las corrientes de aire frías.
En resumen: semi-sombra, sol indirecto por las mañanas y una temperatura entre cálida y fresca. En invierno, es mejor que esté dentro de casa pero si la tienes en exteriores, hay que proteger el cepellón de las heladas con un poco de acolchado.
Riego y humedad
Esta es la parte en la que radica el éxito de tu Helecho Culantrillo. Es menos complicado de lo que parece. Recuerda que ella suele crecer a la orilla de ríos y arroyos, así que debes haber concluido que tiene un ALTO requerimiento de humedad. Ahora, el problema es que muchas personas confunden humedad con riego, pero tú no cometerás ese error.
El sustrato de tu helecho siempre debe tener cierto nivel de humedad. Cuando pones un dedo dentro del sustrato, debes sentir que se queda un poco pegado en tu dedo y se siente suave y suelto. Si sientes el sustrato pastoso, con una contextura similar al barro y tu dedo sale completamente sucio, estás regando en exceso. Si por el contrario, el sustrato se siente seco y arenoso y el dedo sale completamente limpio, le falta agua. Nunca dejes secar el sustrato entre riegos, porque tu helecho morirá. Otro detalle al que prestar atención son las hojas. Si las ves torcidas, enrolladas hacia adentro, le falta agua. Evita regar cuando le esté dando el sol, porque pueden quemarse las hojas.
En cuanto a la humedad, puedes usar alguno trucos para mantener los niveles altos. El más sencillo es agruparla con otras plantas que requieran ciertas dosis de humedad, como sus compañeras del trío de Las Purificadoras. También puedes colocarla sobre un platito con guijarros y algo de agua. El líquido se evaporará, mantendrá la humedad y no afectará las raíces. Otra opción es ubicarla en lugares como la cocina y el baño, donde obtendrá los niveles de humedad que requiere.
Mantenla alejada de los radiadores en invierno y de las corrientes del aire acondicionado en verano, así como estos aparatos pueden hacer estragos en tu piel, robarán la humedad de tu pequeño helecho. No olvides pulverizarlas un par de veces a las semanas. Te lo agradecerá poniéndose aún más verde y radiante.
Presta atención a las hojas. Si se doblan sobre si mismas, es que están recibiendo corrientes heladas. Cuando se secan los bordes, se caen o lucen arrugadas es por falta de humedad, así que pulveriza un poco de agua. Un truco para garantizar que esté bien hidratada es regarla por capilaridad, es decir por debajo. Sumerge la maceta en una bañera o recipiente con agua. Déjala un rato hasta que absorba y luego permite que escurra el exceso libremente. Te sorprenderá el resultado.
Sustrato y Poda
El helecho culantrillo vivirá y crecerá mejor en un sustrato neutro o calcáreo, pero nunca ácido. Puedes usar una mezcla de sustrato universal con un poco de turba y arena de río para mejorar la retención de humedad. En cuanto al abono, puedes fertilizarla entre abril y septiembre con un fertilizante balanceado diluido cada 10 días. Puedes trasplantarlo cada dos años, pues es de crecimiento lento.
El helecho culantrillo no requiere podas frecuentes o anuales, pero es bueno que retires las fronda secas y feas. Si ves que los tallos se están secando y se ven feos, llenos de ramas con pocas hojas, córtalos y riega dos veces al día. Esto estimulará el crecimiento de hojas nuevas en muy poco tiempo.