La sansevieria trisfaciata tiene un montón de nombres divertidos: lengua de suegra, espada de San Jorge, serpiente, cola de tigre, lengua de tigre y más; todos comparten una característica: designan algo fuerte e indestructible. Y es que si queremos escoger un par de adjetivos para describir esta planta ningún otro le quedaría mejor, pues esta planta es una verdadera sobreviviente.
¿Por qué tener una Sansevieria?
Si conoces a alguien que parece no ser capaz de mantener una planta con vida, o si es un individuo que no tiene tiempo para dedicarle a la jardinería pero que no quiere privarse de la atmósfera y energía que ofrecen las plantas de interior, la planta de la serpiente es su mejor opción. Pero su resistencia no es la única razón para tenerla, pues tiene unas líneas elegantes, lindos colores y es muy fácil de reproducir.
Enviamos plantas a todas las localidades, puedes ver más opciones aquí.
Pero esto no es lo único, pues la planta de la serpiente destaca por su capacidad de funcionar como un filtro para partículas tóxicas del medio ambiente, pues absorben y degradan sustancias como el formaldehído. Esto la convierte en una planta maravillosa para tener en la habitación.
Además, hay quienes la consideran de buena suerte, quizá por su resilencia y tenacidad.
Guía de cuidados de la Sansevieria
Esta planta originaria de Sudáfrica está habituada a las condiciones ambientales más extremas, pero esto no quiere decir que es completamente inmortal. De hecho, es fácil matar una planta de la serpiente por exceso de riego, así que tu tarea como feliz propietario de esta magnífica especie es garantizar ciertas condiciones mínimas que permita que ella haga su trabajo, crezca, se reproduzca y te haga feliz.
1. Riego:
La Sansevieria es una planta crasa, que proviene de ambientes más bien áridos. Por esta razón acumula humedad en sus hojas, como todas las suculentas aunque en apariencia la hoja de esta planta no luzca tan carnosa. Esto es una gran ventaja para todos esos dueños distraídos o ausentes, pues requiere muy poco riego.
Enviamos plantas a todas las localidades, puedes ver más opciones aquí.
En este punto hay que ser muy cuidadosos, pues es muy sencillo perjudicar la salud de esta planta con un exceso de agua. Ella prefiere la sequía, pues si se encharcan las raíces, se pudrirán. Puedes regarla cada 2 o 3 semanas en verano y cada mes en invierno, pero esto depende de las condiciones ambientales.
Como con toda suculenta, es mejor revisar el sustrato: si está realmente seco, es hora de regar. Si al poner el dedo sientes algo de humedad en la tierra, mejor abstente de ponerle agua.
2. Sustrato ideal:
Como con todas las suculentas, es importante dar prioridad al drenaje de la maceta. Se puede colocar una capa de guijarros en el fondo y utilizar un sustrato que facilite el drenaje del exceso de agua, puede ser rico en arcilla. En cuanto al abono, puedes ponerle una vez al mes en primavera y verano, pero no hace falta pasarse pues al ser muy resistente, un exceso de fertilizante podría perjudicarla.
Enviamos plantas a todas las localidades, puedes ver más opciones aquí.
3. Iluminación:
La planta de la serpiente se pondrá radiante en un espacio con muchísima luz, siempre y cuando no sea directa, pues los rayos del sol queman sus hojas. La luz estimula la intensidad del verde de sus hojas. Pero si no vives en un espacio con unos grandes ventanales, no te preocupes porque esta planta es tan fuerte y versátil que puede adaptarse a esos ambientes con poca luz.
La única diferencia es que tardará un poco más en crecer. Pero la diferencia no es abismal, pues la Sansevieria es una planta con un crecimiento lento. No esperes que crezca 3 metros en meses, pues apenas desarrollará unas 3 o 4 hojas al año.
4. Temperatura perfecta:
La Planta de la serpiente prefiere los ambientes cálidos y secos, así que vivir en el interior le sienta de maravilla. En invierno has de protegerla del frío, pero no creas que morirá si la dejas afuera, pues es tan ruda y maravillosa que es capaz de soportar heladas de hasta 3 grados bajo cero.
5. Reproducción:
Es posible descubrir hijuelos en la base de estas plantas, que puedes extraer con cuidado y sembrar en su propia maceta, pero el método más sencillo de reproducción es a través de esquejes hechos con las hojas. Si una de las hojas de tu sansevieria se ha dañado un poco, porque alguna mascota decidió romperla, se fracturó al moverla o similar, puedes aprovecharla para reproducir tu planta. Córtala en secciones de unos 3 centímetros y colócalas directamente en el sustrato, hay quienes usan hormonas de enraizamiento, pero sin ellas también funciona. Al cabo de unas semanas verás que las raíces comenzarán a salir.