Existe la creencia generalizada de que es muy complicado cuidar un bonsái y la forma en que se presenta en películas y series hace poco para disipar este mito. Si bien es cierto que el bonsái es un arte ancestral, no hay nada exótico, misterioso o realmente difícil en mantenerlo. Cuidar un bonsái es como cuidar cualquier otra planta: aunque hay algunos detalles a tener en cuenta, está al alcance de cualquiera poder disfrutar de los beneficios de estas pequeñas maravillas en casa. Solo necesitas algunas nociones para ganar confianza: después de leer y aprender cómo iniciarte en el mundo del bonsái, correrás a nuestra tienda para pedir uno.
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El ABC del Bonsái: Lo Básico
Muchas personas imaginan que un bonsáies una especie de árbol, cuando en realidad bonsái se refiere a la técnica que permite mantener los árboles enanos, además de darles una forma y estética muy particular. Por otro lado, la palabra bonsái se refiere a toda la planta y maceta, ya que el objetivo es ofrecer un paisaje en miniatura. Por ello, es habitual ver composiciones con piedras y otros elementos naturales en armonía con el árbol. Un bonsái se puede hacer con prácticamente cualquier especie de árbol, aunque siempre se prefieren algunas especies sobre otras por razones estéticas y ambientales.
Otra característica interesante del bonsái es que,
a diferencia de una pintura o una escultura, un bonsái es una obra de arte que nunca termina. Está en constante crecimiento y desarrollo; Así que, en cierto modo, no puedes poseerlo: solo lo cuidas hasta que la siguiente generación se haga cargo. Como árboles únicos y excepcionalmente longevos, es fácil ver por qué tienen un significado tan profundo e importante en la cultura japonesa.
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Tipos
debonsái Antes de obtener tu primer bonsái, debes tener una idea del tipo de bonsái que quieres tener. Los bonsáis se pueden clasificar según su tamaño y forma. Dependiendo de cómo crezca tu tronco, un bonsái puede ser:
Moyogi - Estilo Recto Informal
En este estilo de bonsái, el árbol es recto, aunque el tronco puede tener algunas curvaturas. Es una forma de árbol muy popular entre los principiantes, ya que no requiere demasiados cuidados en cuanto a poda y atado de las ramas. Además, la mayoría de los árboles con esta forma son muy bonitos. Tu primer bonsái definitivamente será de este estilo.
Hokidachi - Estilo escoba
Este estilo es ideal para árboles de hoja caduca, que tienden a tener ramas delgadas y son muy frondosos. Como su nombre indica, el tronco es recto, pero se ramifica un tercio del camino hacia arriba como si fuera una escoba al revés.
Chokkan - Estilo Recto Formal
Este tipo de bonsái requiere que el tronco esté completamente recto. Además, la base del tronco es un poco más ancha que el resto, dándole la apariencia de un triángulo. Este es un estilo que se ve en la naturaleza en las coníferas cuando crecen sin tener que buscar la luz. Son muy imponentes y hermosas, sobre todo porque ofrecen un conjunto muy natural.
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Shakan - Estilo Inclinado
Como su nombre indica, el tronco debe crecer en ángulo, si es posible en un ángulo de 60 a 80°. Para garantizar el equilibrio visual, la primera extremidad se deja en la dirección opuesta a la inclinación. El árbol debe mantener una forma cónica, con una base gruesa que se estrecha gradualmente hasta la parte superior. La idea aquí es imitar aquellos árboles que, debido a factores externos (viento, terreno, falta de luz), crecen en direcciones fantasiosas.
Kengai - Estilo cascada
Imagínese un árbol que creció en el borde de una
montaña, recibió el peso de unas pocas rocas que resbalaron y crecieron hacia abajo. Así es como se ve un Kengai. Esta es una forma bastante complicada porque estás forzando al árbol a crecer en la dirección opuesta a su dirección natural. Suele plantarse en macetas altas y sus ramas deben crecer horizontalmente para armonizar el conjunto.
¿Por dónde empiezo?
- Semillas, esquejes y árboles
Hay varias formas de conseguir un bonsái. Algunos cultivan su especie elegida a partir de semillas y, aunque esto es posible, requiere mucha paciencia, ya que pueden pasar de 3 a 5 años antes de que pueda comenzar a darle forma. Este método es económico pero poco práctico para el aficionado que quiere disfrutar inmediatamente de la belleza del bonsái.
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Otra opción es comprar o buscar un retoño. De hecho, hay lugares que venden árboles pre-bonsái o árboles con el tamaño adecuado para empezar a darles forma. Esto requiere un conocimiento preciso de cómo proceder con las raíces y cómo dar forma a las ramas con alambres. Además, conlleva un riesgo porque no siempre sobreviven, sobre todo cuando estás empezando y aprendiendo.
En mi opinión, la mejor opción para iniciarse en el mundo del bonsái es comprar un retoño preparado previamente, que puedas llevarte a casa. De esta manera, te aseguras de que el bonsái esté sólido y bien encaminado para seguir creciendo feliz y saludable. Solo tendrás que preocuparte de su mantenimiento y seguimiento. En cualquier caso, te aconsejamos que lo compres en una tienda de confianza como Be.Green, ya que tendrás la garantía de conseguir un árbol sano e impecable.
- Elegir el árbol adecuado
El primer punto es el mismo que con la elección de cualquier planta: debes tener en cuenta tu espacio y estilo de vida. Debes tener en cuenta el espacio, las condiciones climáticas y la región donde vives. También debes tener en cuenta si quieres montar tu bonsái en interior o exterior, ya que este es un factor determinante a la hora de elegir la especie perfecta. Si decides instalarlo en el exterior, tendrás muchas más opciones; Pero no te desanimes, porque hay algunas especies preciosas que crecen muy bien en interior.
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Lo más seguro es elegir un árbol que crezca de forma natural en tu ciudad o zona, ya que sabrás que encajará perfectamente en tu espacio. Por ejemplo, el olivo o Acer palmatum puede crecer perfectamente en el sur de Francia o en regiones donde no se congela. Si tienes alguna duda, puedes preguntar a los expertos de Be.Green durante el proceso de compra.
- El tamaño perfecto
Los árboles bonsái vienen en diferentes tamaños, dependiendo de la especie y de cómo se haya dispuesto el árbol. Es posible encontrar ejemplares de unos 20 centímetros, hasta impresionantes ejemplares de un metro o más. Piensa en dónde lo vas a colocar, cuánta luz va a recibir y qué tan estéticamente agradable se ve. Ten en cuenta que los más pequeños pueden requerir un poco más de atención.
- La maceta es importante
Bonsái es una palabra que incluye toda la planta y la maceta, esto se debe a que un bonsái es un pequeño pedazo de paisaje en casa. La maceta debe estar en armonía con el tamaño y el estilo del árbol. Debe ser más ancho que alto, con suficiente sustrato para cubrir las raíces del árbol y los agujeros de drenaje para permitir que se drene el exceso de agua. Un buen consejo es preocuparse primero por la forma y la función de la maceta, y luego cambiar a una maceta más agradable estéticamente cuando el árbol esté un poco más desarrollado.
Aunque el cuidado de cada árbol bonsái depende directamente
de
la especie del árbol, hay algunos principios fundamentales a tener en cuenta. Como con cualquier tipo de planta, lo más importante es colocarla en el lugar adecuado, donde recibirá la cantidad de luz y humedad que necesita para ser feliz. Una vez colocado correctamente, será más fácil cuidarlo.
-riego
La cantidad y frecuencia de riego dependerá de varios factores, como la especie del árbol, el tamaño de la maceta, el clima y su ubicación. Sin embargo, debes saber que con una maceta tan pequeña, el sustrato tiende a secarse rápidamente, por lo que hay que tener mucho cuidado a la hora de regar. Esto no significa que tengas que regar todos los días o varias veces al día, ya que el exceso de humedad puede provocar la pudrición de la raíz, que es una de las principales causas de muerte del bonsái. Presta atención al sustrato antes de regar y averigua cuál es su propio ritmo. Compruebe siempre que los orificios de drenaje no estén obstruidos y que la maceta tenga el tamaño adecuado para el árbol.
- Trasplante y sustrato
La mayoría de los bonsáis necesitan ser trasplantados cada año y medio o cada dos años más o menos. Esto evitará que las raíces del árbol crezcan hasta el punto en que carezcan de espacio para crecer, se enreden en sí mismas y dificulten la absorción de agua.
Para llevar a cabo el trasplante, debes sacarlo con cuidado de la maceta, tratando de proteger las raíces principales. Retire con cuidado el exceso de sustrato. Puede podar las raíces, quitando las puntas más gruesas y viejas que no tienen ninguna función nutritiva. Levante la planta y recorte la parte inferior del sistema radicular (es decir, la parte que cuelga hacia abajo, aproximadamente hasta la mitad) con unas tijeras limpias y afiladas. Esto estimulará el crecimiento de las raíces y preservará el tamaño del árbol.
En cuanto al sustrato, debe retener el agua sin hincharse y permitir un drenaje adecuado para que el oxígeno pueda circular y evitar la pudrición de la raíz. Estas características se pueden lograr mediante un sustrato inorgánico que contenga un poco de akadama (una arcilla cocida especialmente diseñada para bonsáis) y la proporción adecuada de materia orgánica.
- Tamaño y forma
Incluso si no tienes que podar tu bonsái de inmediato, tendrás que hacerlo cuando haya crecido tanto que comience a deformarse. El objetivo de la poda es hacer que el árbol se vea exactamente como un espécimen adulto grande, pero en miniatura. La poda debe realizarse en primavera y con herramientas adecuadas para no dañar las ramas. Si quieres podarla por motivos estéticos, hazlo en invierno.
Hay algunos preceptos a tener en cuenta a la hora de podar ramas de bonsái:
- Cuando tengas dos ramas del mismo tamaño en el árbol, corta una y quédate con la otra.
- Si alguna de las ramas crece de manera extraña, torcida o inusual, debes cortarla.
- Si notas que en la parte superior del árbol hay ramas demasiado gruesas y desproporcionadas, debes cortarlas.
Pode regularmente las ramas que sobresalgan y dañen la forma cónica o triangular de su árbol, y retire las hojas secas y las ramas rotas. Recuerda utilizar siempre las herramientas adecuadas y dar un paso a la vez: siempre puedes cortar un poco más, pero si te pasas de la raya y deformas el árbol, tendrás que tener paciencia y esperar a que vuelva a crecer.
En cuanto a las técnicas utilizadas para dar forma y
estilo al árbol, se utilizan alambres de aluminio anodizado o cobre, delicadamente envueltos alrededor de las ramas para que puedan doblarse y darles la forma deseada. De esta manera, puedes darle al árbol el aspecto que deseas. Esta tarea no es solo para principiantes y necesitas saber cómo hacerla bien para no dañar la rama y obtener el resultado deseado. Si ha comprado un árbol maduro al que ya se le ha dado forma, esto no será necesario.
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-abono
La aplicación de estiércol y/o fertilizante debe realizarse durante el período de crecimiento activo (primavera y verano) y dependiendo de la especie del árbol, aunque muchas personas usan un fertilizante equilibrado 7-7-7. La fertilización es muy importante porque el árbol se encuentra en un espacio limitado, con una cantidad reducida de nutrientes que necesitan ser renovados regularmente. Es recomendable diluir los fertilizantes a la mitad de lo que indican las instrucciones para evitar cualquier riesgo de quemar las raíces con exceso de nutrientes.