La elección de las plantas de interior es más o menos fácil, ya que las condiciones ambientales que prevalecen en el interior son bastante estables. Uno de los mayores retos a la hora de elegir plantas de exterior es encontrar una planta que se adapte a los peligros climáticos de nuestra región. Y si tienes la suerte de vivir en un lugar donde las estaciones son muy diferenciadas y extremas, se convierte en una tarea aún más complicada. Si no te apetece vivir moviendo plantas cada mes o te resignas a verlas morir y volver a plantarlas la temporada siguiente, entonces necesitas hacerte con estas plantas de exterior que sean resistentes al calor y al frío.
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¿Por qué mueren las plantas en climas extremos?
Nada sería más hermoso y simple que tener una planta, tomemos por ejemplo un hermoso olivo, y verlo crecer y volverse hermoso bajo el radiante sol de verano, y luego bajo la nieve. Esto solo es posible con las plantas de plástico, ya que todas las plantas son organismos ectotérmicos, es decir, su temperatura depende de las condiciones ambientales ya que carecen de un mecanismo de termorregulación.
Como seres humanos, tenemos cuerpos increíbles, capaces de mantener una temperatura constante incluso cuando la temperatura exterior es muy diferente a la nuestra. Por ejemplo, si hace calor, empezamos a sudar para refrescarnos y si hace un poco de frío, temblamos para entrar en calor. Las plantas no tienen este sistema, dependen de la temperatura exterior. La temperatura es un aspecto importante, ya que puede interferir con el correcto desarrollo de procesos como la fotosíntesis, la respiración, la germinación, la absorción de nutrientes y muchos más.
Cuando las plantas alcanzan una temperatura para la que no están preparadas, experimentan estrés. En el caso de las bajas temperaturas, el frío puede provocar alteraciones en la función de las membranas, la síntesis de proteínas, el metabolismo de los nutrientes, la fotosíntesis y la respiración. También causa problemas con el mecanismo de absorción de agua. El estrés, ya sea por frío o calor, hace que la planta dedique sus recursos y energía a mantener sus funciones vitales, por lo que descuida otras necesidades como el mantenimiento de sus hojas y frutos. Si las condiciones de estrés persisten, la planta muere.
Uno de los mayores enemigos de las plantas son las heladas. La congelación y descongelación a menudo hace que se formen burbujas de aire en el sistema de transporte de líquidos de las plantas, lo que puede bloquear su sistema y matarlas. Algunas plantas han desarrollado mecanismos evolutivos para soportar las bajas temperaturas. El roble y el nogal, por ejemplo, evitan los daños causados por las heladas al perder todas sus hojas en otoño. Así, se interrumpe el flujo de agua entre las hojas y las raíces.
Algunas especies entran en letargo, consumen la cantidad mínima de agua y nutrientes necesarios y vuelven a crecer cuando el clima es más favorable. Plantas como los álamos y los abedules han desarrollado celdas estrechas que transportan agua y evitan que se obstruyan debido a las heladas. Y hay plantas que están preparadas de forma natural para hacer frente a estas condiciones extremas.
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Cómo elegir las mejores plantas paracada clima
El truco más sencillo para elegir plantas de exterior que puedan soportar condiciones climáticas extremas es favorecer las especies locales. Puede parecer una obviedad, pero estamos tan acostumbrados a buscar plantas exóticas y diferentes que dejamos de lado especies que están hechas para vivir y adaptarse a las variaciones climáticas de nuestra región. Investiga la zona en la que vives y las plantas que suelen encontrarse en estas latitudes. También puedes caminar y observar los árboles y plantas que crecen en parques o jardines públicos.
Es muy útil saber cuáles son las temperaturas máximas y mínimas en tu zona, ya que en los artículos sobre plantas que son resistentes a este tipo de clima, estos datos suelen indicarse explícitamente. También es importante tener en cuenta dónde colocarás las plantas, ya que de ello depende el impacto de los rayos del sol sobre la planta en verano.
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Si lo que más te preocupa son las frías temperaturas invernales, siempre puedes descubrir algunos trucos para proteger tus plantas de las heladas. Por ejemplo, es necesario asegurarse de que el sustrato esté bien drenado, para evitar que la raíz se congele. Otro consejo es dejar de fertilizarlas regularmente en otoño, ya que esto ayuda a advertir a la planta que es hora de comenzar a prepararse para el invierno.
No pienses que todo esto es necesariamente negativo. Cuando las plantas viven en lugares con climas tan variados, aprenden a adaptar sus ciclos y están menos expuestas a las plagas de insectos, que no pueden tolerar las bajas temperaturas. Esto le evita el uso de pesticidas y le permite cultivar plantas sanas.
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Plantas resistentes a climas extremos
adelfa
El nombre científico de la adelfa es Nerium Oleander. Lo primero que llama la atención de esta planta son sus ramos de flores rosas, amarillas o blancas, que crecen en primavera. Es una planta de hoja perenne, lo que significa que mantiene sus hojas verdes durante todo el año. Este arbusto, que puede crecer hasta 6 metros de altura, prácticamente no requiere mantenimiento. Es apto para principiantes y sus requisitos son muy sencillos.
La adelfa puede soportar temperaturas que oscilan entre -15 °C y unos 40 °C. El riego debe adaptarse según la temperatura y la temporada; Por lo tanto, en verano, necesitará más agua. El sustrato necesita tener muy buen drenaje, por lo que se suele mezclar con un poco de arena. Puedes fertilizarlo durante la estación cálida. Crece muy rápido, por lo que se convertirá en un punto culminante de tu jardín. Su único inconveniente es que se considera la planta más venenosa del mundo. Así que si tienes mascotas, tendrás que tener mucho cuidado. Sin embargo, no es atractivo para los animales debido a su olor y sabor amargo.
Arce japonés
El arce japonés es un árbol caducifolio cuyo hermoso follaje se vuelve naranja o rojo en otoño, justo antes de caer. Crece hasta 8 metros de altura y puede sobrevivir a las temidas heladas de -18°C y a temperaturas de hasta 30°C en verano. Es muy fácil de cuidar e incluso puede crecer en macetas. Estoy segura de que te encantará la forma de sus hojas.
Este árbol necesita un sustrato muy bien drenado, a ser posible con un pH ligeramente ácido. Requiere riegos abundantes y con mayor o menor frecuencia, ya que no tolera la sequía. Prefiere lugares luminosos, pero donde los rayos del sol no le lleguen directamente. Si está en una maceta, debe trasplantarse cada dos años en una maceta más grande. Prefiere ambientes húmedos, pero evita rociar sus hojas con agua, ya que esto le impide respirar bien.
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Aspidistra
Es una planta verde, herbácea y perenne. Sus largas hojas, que pueden llegar a medir hasta 60 cm de largo, tienen un increíble color verde brillante. Muy resistente y fácil de cuidar, prefiere la sombra parcial y es capaz de soportar altas temperaturas de hasta 40 °C y heladas de hasta -10 °C.
El encanto de la Aspidistra reside en su volumen, es perfecta para añadir frondosidad a un jardín. Ideal para jardineras y similares o para cubrir la base de plantas más grandes pero añadiéndole astillas de madera. Es ideal para lugares semisombreados o con poca luz. Requiere riegos moderados, aunque puede tolerar periodos de sequía.
Rosas
Las rosas son una de las flores más populares y apreciadas, no solo por su belleza sino también por su deliciosa fragancia. Aunque parezcan flores delicadas, las rosas son en realidad plantas muy resistentes y versátiles. Puedes plantarlos en macetas o en el suelo, y pueden soportar temperaturas que oscilan entre los 38°C y los -12°C en invierno. Pueden alcanzar una altura que oscila entre los 30 cm y los 20 metros, dependiendo de dónde se planten. Las rosas alegrarán tus espacios desde la primavera hasta octubre si se les dan las condiciones adecuadas.
El riego de rosas debe ser moderado, de 3 a 4 veces por semana durante el verano y con menos frecuencia durante el resto del año. Las rosas necesitan estar a pleno sol para vivir, por lo que puedes ponerlas afuera en paz. ¿Quieres más flores? Puedes abonarlas con un abono especial para este tipo de plantas. Esta planta tolera muy bien la poda, pero es posible mantenerla hermosa cortando sus flores secas.
Ciruelo Myrobolan
El ciruelo
Myrobolan o Prunus cerasifera Pissardii también es conocido como el ciruelo cerezo Es de la misma familia que los cerezos, almendros y melocotoneros y se convertirá en el favorito de tu jardín. Es casi imposible no enamorarse de su espeso follaje morado, y en primavera de sus flores blancas o rosa pastel. Es un árbol caducifolio ornamental, ya que sus frutos no son comestibles, y puede alcanzar los 8 metros de altura.
El ciruelo necesita una buena exposición al sol y un suelo profundo, pero si las temperaturas son demasiado altas en verano, un poco de sombra no estaría de más. Requiere poco mantenimiento, y aunque prefiere los suelos arcillosos, basta con ofrecerle un suelo bien drenado y con materia orgánica. El riego debe ser moderado, aunque el ciruelo tolera bastante bien la sequía. Siempre requiere un suelo bien drenado porque el encharcamiento es perjudicial para él.
Ojales
Emblema floral de la cultura española, es una planta que resiste muy bien los climas extremos, sin exagerar. En teoría, pueden soportar una mínima de -5 °C y una máxima de 30 °C, pero es mejor si no están expuestas a las heladas más temidas El clavel, o Dianthus Caryophyllus, es una hierba perenne muy fácil de cuidar. Lo más interesante de esta especie es que sus flores te acompañarán desde la primavera hasta el otoño: vienen en muchas tonalidades y seguro que aportarán el toque de color que tu espacio necesita.
Los claveles necesitan un fertilizante líquido para Plantas con flores una vez a la semana en primavera y verano para estimular su floración. Requieren pocos cuidados, pero es mejor quitar las flores secas. Se debe regar solo cuando el sustrato parezca seco, ya que aunque necesitan agua para crecer y desarrollarse, se deben evitar. Les encanta la luz y el sol, por lo que quedarán muy bien en un rincón donde haya mucha luz.
lavanda
Es una de
mis plantas favoritas, ya que desprende una fragancia tan exquisita y relajante que es capaz de transformar cualquier rincón o jardín en un oasis de paz. Lo que poca gente sabe es que esta planta perenne semiarbustiva tan común en la región mediterránea puede soportar temperaturas tan bajas como -5 ° C. La lavanda es muy resistente y no requiere mucho para florecer y llenar su jardín con su color púrpura en el verano.
A la lavanda le encanta el sol y si le proporcionas un sustrato más bien alcalino, crecerá felizmente. No es necesario abonar, de hecho algunos lo desaconsejan porque puede hacer que pierda su fragancia; Pero si está en una maceta, puedes poner un poco de fertilizante líquido a principios de la primavera. Es importante podarla en otoño, para estimular su floración.
Palma china
Mucha gente piensa que las palmeras son plantas de origen tropical, pero en realidad, la palma molinera o Trachycarpus fortunei es una palmera maravillosa, ya que es capaz de soportar los climas más extremos. Además, puedes plantarla en una maceta o en un pequeño jardín. Puede alcanzar una altura de 15 metros, pero su tronco nunca superará los 40 cm de grosor.
Lo que hace que esta palmera se destaque es que está cubierta de fibras que protegen su tronco, por lo que puede soportar temperaturas de hasta -17°C. Puedes colocarla a pleno sol o sombra parcial y crecerá felizmente. Se debe regar con frecuencia, hasta 3 veces por semana y si quieres que esté realmente contenta, dale abonos orgánicos como el guano.