Las plantas, especialmente las de interior, pueden ir perdiendo su brillo y belleza con el paso de los días. Esto no quiere decir que estén atacadas por alguna plaga o que se estén muriendo por falta de cuidados. ¡Simplemente están sucias!
Las partículas de polvo disueltas en el ambiente van formando capas de suciedad que se adhiere a las paredes, muebles, plantas y todo tipo de elementos que haya en el interior de la vivienda.
Por tanto, al igual que pasas una bayeta húmeda por las diferentes superficies para eliminar el polvo, también deberías limpiar las hojas de tus plantas para devolverles su brillo y color.
Cómo limpiar las hojas de tus plantas en 3 pasos
Limpiar las hojas de las plantas no solo sirve para que estén preciosas, sino que tiene otra función mucho más importante ya que a través de unas hojas limpias realizarán mejor la fotosíntesis.
La acumulación de polvo encima de las hojas impide a la planta respirar correctamente, lo que a su vez provoca que por la noche no pueda transformar el oxígeno en la energía que necesita para vivir.
Pero limpiar las hojas también es beneficioso para el ser humano, ya que mediante la fotosíntesis las plantas purifican el aire que respiramos en el hogar, haciendo que sea más saludable.
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Paso 1: Elimina las hojas secas
Antes de limpiar, es necesario eliminar las hojas secas. Bastará con hacerlo una vez a la semana, aunque es conveniente retirar las hojas muertas en cuanto las veas.
En las especies de interior, al estar colocadas en tiestos de reducido tamaño, la planta queda más comprimida y eso provoca que caigan las hojas sobre el sustrato sin que nos percatemos de ello.
La acumulación de hojas muertas sobre esta superficie, restará efectividad a los riegos, impidiendo un buen drenaje. Finalmente, provocará el ahogamiento de la planta, al quedar obstruida la tierra, que es el lugar del que bebe.
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Paso 2: Una limpieza adecuada para cada tipo de hojas
Cada especie de planta tiene un tipo de hojas diferente: las hay que son finas y alargadas, como en el caso de los helechos, o las hay cubiertas de pinchos como los cactus.
Esto significa que cierto tipo de hojas son realmente difíciles de limpiar de forma tradicional, es decir, pasándoles un paño húmedo para eliminar el polvo. ¿Cómo conseguir entonces que se mantengan bonitas y brillantes?
Para una limpieza normal, sólo necesitarás un trapo humedecido:
- Hojas grandes: utiliza una bayeta de microfibra impregnada en agua o en algún producto de limpieza específico.
- Hojas pequeñas: cuando las hojas son muy pequeñas y numerosas no es posible limpiarlas una por una. El método más efectivo es pulverizarlas por encima con ayuda de un nebulizador y a continuación, sacudir el tronco con suavidad.
- Hojas aterciopeladas: este tipo de hojas son muy delicadas. Utiliza una esponja o cepillo muy suave y frótalas delicadamente. No utilices bayetas con relieve ya que no limpiarían las hojas igual de bien. También puedes humedecer, aunque con hacer un ligero barrido a las hojas con el cepillo, suele ser suficiente.
- Plantas con hojas y flores: en este caso, ¡ni tocarlas! Las plantas con flores son extremadamente delicadas. Lo único que deberás hacer cuando veas que están secas, es retirar hojas y flores para que no se depositen en la tierra y terminen ahogando a la planta.
- Cactus o plantas con pinchos: para eliminar el polvo en este tipo de plantas, lo más prudente es usar un cepillo de mango largo. Con esto suele ser suficiente y no necesitarás ni siquiera agua.
Paso 3: Intensifica su brillo
Para sacar brillo a las hojas grandes como las del ficus, o la costilla de Adán, puedes utilizar productos que todos tenemos en casa, como la leche o la cerveza.
- Cerveza: apara abrillantar con cerveza, solo tienes que humedecer una esponja, escurrir el exceso de líquido y pasarla por las hojas. Las propiedades de la cebada son beneficiosas para dar vigor y brillo a tus plantas.
- Vinagre: el vinagre es uno de los limpiadores más eficaces para el hogar. ¡Siempre funciona! Además de su potencia limpiadora, se trata de un producto totalmente natural y ecológico que no contiene sustancias tóxicas. Para limpiar y realzar el brillo de tus plantas, solo tienes que mezclar un poco de agua con vinagre, empapar un paño y pasarlo por las hojas con suavidad, tal y como hemos explicado anteriormente.
- Leche: la leche es otro producto apto para limpiar y abrillantar las hojas de tus plantas. Pero además de su poder limpiador y abrillantador, la leche es un eficaz fungicida que evitará la proliferación de hongos.
Otros trucos caseros para mantener tus plantas limpias y fuertes
Por último, si además de limpiar las hojas quieres que crezcan sanas y vigorosas, vamos a darte una serie de trucos a base de productos naturales:
- Posos del café: los posos del café tienen multipropiedades: son eficaces para mantener limpias las tuberías o para prevenir los malos olores. Pero además podrás utilizarlos como fertilizante, sobre todo, para las orquídeas u hortensias ya que incrementa el nivel de ph del sustrato, que es lo que les viene bien a estas especies.
- Cascarones de huevo: la cáscara de huevo es muy rica en calcio, lo que aumentará el vigor de tus plantas. Solo tienes que machacar una o dos cáscaras y colocarlas rodeando el tallo.
- Té: el té tiene propiedades anti oxidantes. Para que dichas propiedades pasen a tu planta solo tienes que hacer una infusión de té y añadirla al agua de regar, o bien enterrar directamente la bolsita en el sustrato. También puedes humedecer un paño y pasarlo suavemente por las hojas para mantenerlas libres de polvo. Además de aportar vigor y salud, el té también limpia y actúa como fungicida.
Las hojas son el “vestido” de las plantas. Unas hojas limpias y brillantes potencian su belleza, hacen que la planta respire mejor y purifican el ambiente.