¿Puede la luz artificial ayudar a hacer crecer tus plantas?
La respuesta corta es afirmativa: efectivamente, la luz artificial puede ayudar a crecer tus plantas pero no todo tipo de luz puede servir para este propósito.
Cuando comencé a trabajar en mi juventud me tocó una oficina cerrada. Era un cubo sin una ventana, con aire acondicionado a toda pastilla y las luces blancas de toda la vida. Inocente y dulce, me llevé un cactus porque “son plantas resistentes” y lo vi morir. Me resigné a no tener plantas, pero siempre me quedó la duda ¿pueden las plantas crecer con luz artificial? ¿Es posible tener plantas en un espacio cerrado sin luz natural?
La respuesta corta es afirmativa: efectivamente, la luz artificial puede ayudar a crecer tus plantas pero no todo tipo de luz puede servir para este propósito. La luz de bombillas halógenas en una oficina nunca será suficiente para que un cactus sobreviva, pero puede funcionar para otras especies. Vamos a explicar un poco este proceso, intentando no ponernos demasiado técnicos.
La luz y las plantas
Las plantas necesitan la luz del sol para hacer el proceso de fotosíntesis, con el cual producen su propio alimento. La luz del sol tiene ciertas características que influyen en el crecimiento de la planta. La luz es una forma de radiación electromagnética con su longitud de onda particular. Hay muchos tipos de radiaciones de la que los seres humanos sólo percibimos una pequeña parte porque nuestros ojos no están capacitados para verla en su totalidad.
Por esta razón es que vemos la luz del sol como blanca pero si la pasamos por un prisma vemos que tiene muchos colores separados. Puedes leer mucho más sobre este tema en este artículo sobre la clorofila, que explica un poco más sobre los colores y la longitud de onda.
La luz solar tiene todo el espectro de luz, con todos los colores del arcoiris, y si bien las plantas los requieren todos, hay dos colores que son muy importantes: el azul y el rojo, pues el verde es el que no absorben las plantas.
- El azul es responsable del crecimiento que se da al germinar y después de una floración. Si una planta recibe sólo este tipo de luz, se queda bajita y su color se hace más oscuro.
- El rojo influye en la elongación del tallo de la planta y determina su floración, pues le indica la duración de los días a las plantas. Un exceso de rojo dará lugar a una planta muy alta y con más espacio entre sus hojas. Si se combinan el azul y el rojo, se estimula la floración de la planta.
Entonces, cuando se intenta proporcionar luz a una planta de forma artificial hay que poner mucha atención en el tipo de bombilla que se utiliza, pues hay unas que ofrecen un espectro de luz más limitado o que puede no resultar adecuado para el tipo de planta. Asimismo, la luz que proviene de una simple bombilla doméstica raramente será suficiente para una planta que tenga altos requerimiento luminosos, habría que invertir en una lámpara especial.
Bajo el reflector: luz artificial y crecimiento de plantas
En el mercado hay una gran cantidad de luz artificial para plantas de interior. El objetivo de estas puede ser compensar la duración de los días, por ejemplo en países que por su ubicación geográfica tengan un cambio muy marcado en la duración del día en ciertas épocas del año, o para compensar la completa ausencia de luz natural. Existen mucho tipo de bombillas, pero a menos que quieras dedicarte a esto de una forma profesional, te pueden servir las lámparas de amplio espectro, que combinan un LED frío y uno cálido. La ventaja de estas bombillas es que ofrecen un espectro bastante decente, se calientan poco y consumen poca electricidad.
Has de tener cuidado con la intensidad de la luz artificial, que se determina con la potencia de la bombilla y la cercanía de esta a la planta. Ten mucho cuidado con el tipo de lámpara o bombilla que estés usando y la cercanía, porque las lámparas incandescentes suele calentarse mucho y pueden quemas las hojas. Por esto es recomendable adquirir lámparas fluorescentes o LED.
Los requerimientos de intensidad estarán dados por la especie de la plantita. Las plantas de interior provenientes de los bosques tropicales no requieren mucha luz, a diferencia de aquellas que provienen de lugares secos, como los cactus.
Como referencia general: si tu planta tiene flores (como las violetas, begonias y otras) puedes ponerla a unos 20 a 30 cm de distancia de la lámpara. Si es una planta de follaje, como una hiedra o un filodendro, pueden estar a 90 Cm de la lámpara de crecimiento. Si quieres tener una planta con muchas flores y que da frutos, requiere una luz más intensa para poder mantener su ciclo de crecimiento y reproducción.
¿Y si no quiero comprar una luz artificial especial?
En caso de que no desees invertir en una bombilla especial para tu planta, siempre puedes buscar una especie que tenga requerimientos mínimos de iluminación y que se quede muy contenta con la poca luz que pueda recibir de las bombillas fluorescentes o LED de tu oficina.
Dentro de este grupo te puedo recomendar adquirir una Sansevieria. Estas lindas plantitas son casi inmortales, y si bien les gusta el sol, pueden adaptarse a lugares con pobre iluminación. El Lirio de la paz es otra opción adorable, además esta planta atrapa esporas y purifica el ambiente. Las Dracenas son plantas resistentes, que desafían las normas y también pueden crecer bien en ambientes oscuros. Otra planta que puede decorar tu oficina son las Zamioculcas o plantas cuervo, que también prefieren ambientes poco iluminados.
De todas formas, cada espacio tiene sus propias características. Puede llevar tu planta y monitorearla con cierta frecuencia, a ver si debes hacer algún cambio en su posición, riego e iluminación. Igual no le viene mal sacarla de vez en cuando a un lugar donde pueda recibir algunas horas de sol.