Cuidados de la planta serpiente: Guía útil, cuidados y consejos
¿Existe alguna planta que reúna estas cualidades y además la puedas cultivar fácilmente en tu casa? La respuesta es ¡sí! La sansevieria o planta serpiente.

Si realizásemos una encuesta acerca las cualidades en las que nos fijamos al elegir una planta, la respuesta sin duda sería: belleza y resistencia. En el primer caso, es obvio que, si elegimos una planta como elemento decorativo, querremos que tenga colores llamativos, formas atractivas, o aspecto exótico. En el segundo, porque siempre será mejor que tengan una cierta autonomía que estar todo el día pendiente de abonos, riegos o trasplantes.
Pero ¿existe alguna planta que reúna estas cualidades y además la puedas cultivar fácilmente en tu casa? La respuesta es ¡sí! La sansevieria o planta serpiente. Sus hojas largas, poco convencionales y coloridas junto a su fuerte tolerancia a los factores ambientales, la convierten en una especie ideal para adornar nuestro hogar. Además, los cuidados de la sansevieria no son nada complicados.
Planta serpiente: Descripción, cultivo y cuidados
Forma parte de la familia ruscaceae y tiene su origen en las regiones tropicales de África y Asia. También puede encontrarse eventualmente en zonas más templadas. El género sansevieria abarca una gran cantidad de especies que, aunque presentan notables diferencias entre ellas, cuentan con ciertos rasgos comunes: hojas puntiagudas de crecimiento vertical, aspecto carnoso y una especie de jaspeado en sus hojas, las cuáles surgen de un rizoma situado bajo el suelo.
Dada la gran variedad existente dentro del género (se cuentan unas 50 especies), elaboraremos una pequeña lista con las más conocidas y sus principales características:
- Trifasciata: La más conocida, que seguramente habrás visto en alguna ocasión. Sus hojas adoptan forma de espada que se va curvando a medida que asciende. Los bordes están remarcados de amarillo y el verde de la superficie alterna tonos claros con oscuros.
- Libérica: Sus hojas son más anchas y cortas que las de trifasciata, y surgen del suelo en forma de roseta. Sus tonos son parecidos a los de la especie anterior, aunque además tienen unas pequeñas vetas rojizas.
- Scabrifolia: Las hojas son mucho más puntiagudas y su color más homogéneo. No suele alcanzar una gran altura.
- Cylindrica: Sus hojas tienen la forma de grandes tubos verdes acabados en punta que salen directamente del suelo. Pueden crecer totalmente erguidos o inclinados, en función de su cultivo.
Aunque la planta serpiente es muy, pero que muy resistente, no deja de ser un ser vivo que, para crecer y desarrollarse, necesita al menos los cuidados más elementales. Vamos a ver cuáles son esos cuidados.
Cómo cultivar la planta serpiente
- Luz y ubicación
En este aspecto, hay varias posibilidades. Puede recibir el impacto directo del sol, aunque en dosis moderadas, para estimular la intensidad de su colorido. También estará cómoda en una estancia bien iluminada, en la que no le dé la luz directa del sol. Puede incluso vivir en zonas de sombra, aunque esto ralentizará su desarrollo.
- Suelo
Un sustrato universal que drene bien, o uno específico para cactus servirá para conformar el suelo de la planta. Para favorecer el drenaje se pueden realizar agujeros en el tiesto o colocar unos pequeños pedazos de barro cocido en el plato de posar la maceta para aislar el tiesto del agua.
- Temperatura
Tolera mejor el calor que el frío. Soporta bien las temperaturas veraniegas siempre que no sean asfixiantes. En invierno no se recomienda exponerla por debajo de los 13-14 grados. Su fortaleza le permite soportar heladas puntuales con temperaturas bajo cero. Ni que decir tiene que esto es totalmente desaconsejable y si la exposición se prolonga varios días puede sufrir graves daños.
Cuidados generales
- Riegos
La sansevieria no se vuelve loca por el agua. Su capacidad de almacenamiento, tanto en el rizoma como en las hojas, hace que soporte bien la sequía. Sin embargo, un anegamiento de la tierra puede llegar a pudrir el sistema de raíces. Los riegos han de estar bien espaciados, dejando siempre que el sustrato se seque bien antes de una nueva aplicación.
Le gustan los ambientes más bien secos, por lo que no será necesario pulverizar sus hojas ni utilizar ningún otro sistema para incrementar el nivel de humedad ambiental.
- Fertilizantes y abonos
A la sansevieria le irá a la perfección un fertilizante para. Añade una dosis diluida en el agua de riego de forma mensual durante los meses de primavera y verano.
- Trasplante
Cuando veas que el tiesto se ha quedado pequeño para albergar las raíces habrá llegado el momento de trasplantarla a uno nuevo. Esto suele ocurrir una vez al año si la maceta no es demasiado grande. Si algún año te saltas el trasplante, conviene sustituir la capa más superficial del suelo por tierra nueva.
- Plagas
La cochinilla es uno de los parásitos que tienden a atacar a la planta. Son pequeños insectos cuya presencia viene dada en forma de pequeñas manchas que pueden variar dependiendo del tipo de cochinilla que provoque la infección: marrones y pegajosas, si es parda, o blanquecinas y esponjosas si se trata de la variedad algodonosa. Se puede acabar con ellas aplicando un pequeño papel con alcohol, o si el caso es más grave, con una esponja suave y jabón neutro.
- Poda
La planta serpiente no suele podarse. Con eliminar las hojas que se van marchitando con el tiempo para evitar la llegada de parásitos será suficiente.
La planta serpiente es una de las plantas decorativas más populares del mundo. Gracias a su resistencia y poder de adaptación es apta tanto para los jardineros más negado como para los gustos más refinados. ¡Si eres fan del reino vegetal, estamos seguros de que no tardarás en adoptarla!