El lirio de la paz es una de las plantas más singulares que existen.
Sus frondosas hojas verdes y delicadas flores blancas, no solo son una belleza, sino que apenas precisarán de tus cuidados y estarán igual de radiantes tanto si te olvidas del riego como si apenas les da la luz.
¡Incluso podrás disfrutarla como planta acuática si decides montar un estanque de interior o aprovechar sus propiedades para purificar el ambiente!
Hablemos de los cuidados del espatifilio que no son muchos ni complicados:
Lirio de la paz: descripción, cultivo y cuidados
El lirio de la paz, cuyo nombre técnico es spathiphyllum, forma parte de la familia de las araceae. Esta magnífica planta de hojas permanentemente verdes procede de ciertas zonas tropicales del continente americano. Su presencia en los hogares como planta de interior está sobradamente justificada por la belleza de su abundante y brillante fronda y por sus preciosas flores blancas.
Una de las principales características del espatifilo o Lirio de paz es su ausencia de tallos. Las hojas brotan directamente de un rizoma. Este rizoma dispone de unas yemas en el extremo superior, y de raíces en el inferior, lo que sería como la raíz de la planta y a la vez su órgano reproductor. De él además brotan las hojas directamente.
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La parte blanca, es decir, lo que para nosotros sería la flor, en realidad es una bráctea (hoja mutada para proteger y envolver las flores), llamada espata. Esta adquiere su característico tono blanco al llegar a la madurez. A medida que va envejeciendo, el color blanco se va volviendo verde pálido. Las infloraciones, masculinas y femeninas, van adheridas a una especie de tallo rígido, llamado espádice, de un distintivo color amarillo.
Cómo cultivar el Lirio de la Paz
En la actualidad se conocen 60 especies de espatifilos. La variedad más extendida y cultivada es el espathyphyllum wallisii, que procede de las zonas tropicales de Colombia, Costa Rica o Panamá. Tiene un gran valor ornamental, gracias sobre todo a sus flores, que brotan de forma continuada durante toda la época de primavera a otoño. Esta variedad, con sus hojas de color verde intenso y sus inflorescencias blancas, sujetas a un alargado peciolo, viven muchos años y son muy fáciles de cuidar.
- Ubicación: hay dos elementos a los que los lirios de paz son realmente “alérgicos”: las corrientes de aire y los ambientes cargados/ahumados. Por ello, es recomendable colocarlos en lugares a cubierto de las corrientes y ventilar regularmente para renovar el aire. Durante los meses de calor, puedes sacarlo al exterior, siempre que el lugar en el que lo ubiques esté a la sombra y preservado de las corrientes.
- Suelo: el sustrato ideal para el lirio de paz, será una mezcla de turba con una parte de virutas de corteza y arena de grano grueso, para que sea levemente ácido.
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- Luz: a los espatifilos les gusta la luz tanto del verano como del invierno, siempre que los rayos de sol no recaigan directamente sobre ellos. Un rincón con luz moderada será lo ideal.
- Temperatura: la temperatura ideal girará en torno a los 18-25º. Si las temperaturas se mantienen dentro de esta horquilla, la planta estará en constante florecimiento de la primavera hasta el otoño. De forma esporádica, puede llegar a soportar hasta los 30º, siempre que mantenga su grado de humedad. Por el contrario, no llevan nada bien el frío ni las temperaturas inferiores a los 15º.
Cuidados generales
- Riegos: durante los meses de verano, los riegos deben ser abundante para que el compost siempre tenga algo de humedad, aunque evitando el encharcamiento. En los meses más fríos, bastará con hidratar la planta de forma moderada, simplemente para mantener el sustrato húmedo.
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Esta planta agradece mucho que pulverices sus hojas con agua para conservar su grado de humedad y lozanía. El agua debe estar a temperatura ambiente y no contener demasiada cal. Si el agua de la zona es demasiado calcárea, lo mejor es usar un tipo de agua destilada, o aún mejor, de lluvia.
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Para mantener el grado de humedad, es muy práctico colocar una capa de guijarros o bolitas de arcilla entre el tiesto y el platillo. Esto garantizará una buena evacuación del excedente de líquido y evitará que la planta esté en contacto directo con el agua.
- Fertilizantes y abonos: desde principios de primavera hasta bien entrado el otoño, conviene abonar la planta un par de veces al mes. En invierno no es necesario abonar.
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El tipo de abono más recomendable, es una mezcla rica en potasio y que contenga nutrientes y minerales como hierro, molbideno, potasio, cobre, cinc y fósforo, entre otros.
Asegurando las dosis adecuadas de riego, sustrato y abonos, el lirio de paz producirá flores constantemente, desde comienzos de primavera hasta bien entrado el otoño.
- Trasplante: el trasplante se debe realizar todos los años a comienzos de primavera, una vez que veamos que a la planta se le queda pequeño el tiesto de 20 cm de diámetro. Llegado el caso, se extrae la planta del mismo y se vuelve a replantar en un tiesto mayor, añadiendo sustrato fresco en las mismas proporciones de tierra, arena y corteza señaladas anteriormente.
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Síntomas de problemas
Así es como podrás detectar las plagas y enfermedades más comunes del lirio de la paz:
- Hojas marchitas: esto es síntoma de escasez de agua. En este caso, sumergir la maceta en un recipiente con agua del tiempo hasta que la planta retome su vigor. A continuación, deja que escurra el exceso de agua y tu planta volverá a estar radiante.
- Manchas en el reverso de las hojas: esto podría ser un síntoma de la presencia de la cochinilla algodonosa. Su forma nebulosa y color blanco son inconfundibles. Se pueden eliminar con alcohol metílico empapado en un paño, o bien con agua y jabón. En el caso de las plantas grandes o en grandes infecciones, usar productos insecticidas específicos.
- Manchas amarillentas: la aparición de estas manchas de color marrón/amarillento, junto a la presencia de una especie de telaraña en el envés de la hoja, suele ser una evidencia del ataque de la molesta y dañina araña roja. Para erradicarla, hay que aumentar el grado de humedad e incrementar la frecuencia de los riegos, ya que este tipo de ácaros hace su aparición a causa de la sequedad. Si lo prefieres, puedes usar un producto químico específico.
Poda y multiplicación
- Poda: el lirio de paz no se suele podar. Simplemente hay que eliminar las hojas a medida que se van marchitando o secando, para evitar que se conviertan en fuente transmisora de plagas y enfermedades.
- Multiplicación: el spatifilio es muy fácil de multiplicar por división de rizomas. Se procede de la siguiente forma: Durante la primavera, corta los rizomas con ayuda de un cuchillo bien afilado y desinfectado. Cada uno de los trozos cortados deberá mantener varias hojas y buenas raíces. Para evitar que los trozos cortados se vean invadidos por hongos, utilizar un producto a base de azufre, de venta en establecimientos de jardinería y bricolaje.
A continuación, planta cada una de las porciones en tiestos utilizados utilizando el mismo tipo de sustrato que explicamos anteriormente. Coloca los tiestos en un lugar sombreado, a temperatura de unos 21º. Cuando los nuevos brotes comiencen a surgir, será la señal inequívoca de que la planta ha arraigado bien. En ese caso, ya podrás darles los mismos tratamientos que a cualquier otra planta adulta de su especie.
El lirio de la paz no solo dará un toque de belleza y serenidad a tu hogar. También limpiará de impurezas el aire que respiras. Además, no te exigirá muchos cuidados ni tiempo para mantener su hermosura y lozanía.
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