Sin caer en teorías complejas, se podría decir que el ser humano tiende a rodearse de objetos por dos razones principales: la necesidad y el deseo. La clasificación es bastante simple y útil. De hecho, algunos objetos son esenciales para que vivamos o faciliten nuestros procesos vitales, mientras que otros están vinculados al placer estético o al simple deseo de poseerlo. Necesito una cocina en casa, pero no necesito este jarrón de porcelana, por muy bonito que sea. El jarrón es un capricho del que puedo prescindir. Para algunos, las plantas forman parte de esa categoría de cosas que nos gustan pero que no son imprescindibles, cuando en realidad las necesitamos en nuestras vidas. Así como necesitamos dormir y comer, la vegetación es necesaria para nuestro bienestar.
- Plantas: ¿necesidad o capricho?
Las necesidades humanas se expresan en diferentes ámbitos. No todo lo que es necesario es fisiológico, y también debemos prestar atención a lo que es menos fácil de observar: la salud mental y emocional. Es en este punto que las plantas juegan mucho más que un simple adorno estético, para convertirse en una herramienta indispensable para el bienestar psicológico y emocional. Numerosos estudios científicos serios respaldan esta observación.
Todo comenzó con un estudio de Charles Hall y Melinda Knuth, de la Universidad de Texas A&M, publicado en el Journal of Environmental Horticulture en 2011 y que se hizo muy popular en los medios de comunicación. Este estudio se propuso demostrar los efectos positivos de las plantas de interior en el manejo de la ansiedad, la reducción del estrés y la falta de atención, así como la mejora de la memoria, la reducción de la depresión y el aumento de los sentimientos de felicidad y satisfacción. Por si fuera poco, las plantas también tienen un impacto positivo en la productividad, la creatividad, la atención, la autoestima e incluso en el manejo del estrés postraumático.
Desde entonces, los estudios relacionados con el bienestar humano y las plantas no han dejado de multiplicarse y las conclusiones son sencillas de resumir: los seres humanos necesitamos de las plantas para que nuestras vidas sean mucho más equilibradas y felices. Algunos definen esta necesidad como biofilia, lo que significa que los humanos tienen una tendencia innata a buscar conexiones con la naturaleza y otras formas de vida. Esta afinidad también se ha explotado en el campo de la arquitectura, a través de la creación de espacios que tienden a imitar estas formas naturales, a reducir naturalmente el estrés, a estimular la creatividad y el pensamiento. Está lejos de ser irracional, Esto se debe a que se ha comprobado que existe una correlación entre la respuesta al estrés y la complejidad de los fractales que se producen en la naturaleza.
Para disfrutar de los beneficios de las plantas, no es necesario tener un bosque para caminar todos los días, ni huir de la civilización una vez a la semana. Todo lo que necesitas es una planta en casa o en la oficina. Los estudios han demostrado que la respuesta positiva a las plantas puede provenir de plantas de interior, ramos de flores e incluso algunas fotografías. De hecho, un experimento confirmó que los empleados de una empresa en cuya oficina se colocaban ramos de rosas reaccionaban mejor al estrés que aquellos que no estaban en contacto con las flores.
Algunos de nosotros nos hemos sentido atraídos por las plantas casi desde la infancia, mientras que otros las encontramos bonitas pero necesitamos una motivación extra para decidirnos a adoptar nuestro primer ejemplar. Este comportamiento no es de ninguna manera criticable, porque las plantas son seres vivos que requieren cuidados y un poco de atención, lo que no todo el mundo está dispuesto o tiene tiempo para hacer. Tener una planta es una responsabilidad pero, afortunadamente, algunas son muy fáciles de cuidar (incluso hay algunas que, como la Sansevieria, crecen más y mejor si las descuidas un poco). Además, el cuidado de una planta tiene beneficios reales y tangibles que superan con creces el esfuerzo y el tiempo invertidos.
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No exagero cuando digo que casi todo el mundo empieza con una sola planta, a veces regalada o para ayudar a alguien que pide cuidarla, y acaba teniendo un anexo de selva en casa. Tanto si estás en el caso como si te conformas con dos suculentas, es difícil ignorar todos los siguientes beneficios:
- - Las plantas reducen los
Puedo citar de muchos estudios que demuestran que rodearse de plantas te hace sentir más tranquilo, más calmado y a gusto. Comienza con el color y la forma de la planta, que despierta en nosotros una reacción atávica, nos calma y nos relaja. Las plantas nos permiten recuperarnos de la fatiga mental y reducir la presión arterial. Cuidarlos también tiene un efecto relajante.
Curiosamente, las personas que viven lejos de la naturaleza son más propensas a sufrir estrés y ansiedad, y los espacios verdes en los barrios residenciales ayudan a aliviar estas reacciones. Uno otro estudio encontró que las mujeres somos más propensas a sentir estrés cuando vivimos lejos de la naturaleza, por lo que necesitamos rodearnos aún más de plantas (ten en cuenta esta información, ya que es la excusa perfecta para tener todas las plantas que queremos).
- Las plantas- favorecen la concentración Las plantas
tienen un efecto positivo en la capacidad de concentración, incluso en personas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). El contacto con la naturaleza puede incluso ayudar a trabajar la función cognitiva, la memoria espacial y la atención. Un simple paseo por una zona boscosa, cuidar las plantas, o incluso hacer breves descansos para mirarlas, puede ayudar a mejorar la atención y la concentración mientras se trabaja o se realizan tareas tediosas.
Estos efectos positivos se han observado en entornos profesionales y en niños en edad preescolar que han sido diagnosticados con trastorno por déficit de atención. Puede sonar increíble, pero el simple hecho de levantar la vista de la pantalla del ordenador para ver tus plantas puede ser suficiente para relajar la mente, mejorar la concentración y permitirte completar una tarea de forma más rápida y eficiente.
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- - Las plantas combaten
ningún secreto que la contaminación del aire va en aumento y es mucho más evidente en las grandes ciudades. No solo te afecta a largo plazo, sino que también ves sus estragos diarios en tu piel, cabello y sistema respiratorio. No es solo un problema en el exterior y también puede manifestarse en el interior como alergias repentinas, problemas respiratorios, irritación en los ojos, dolores fantasmas como dolores de cabeza y fatiga. Esta contaminación proviene de emisiones tóxicas de materiales sintéticos como benceno, tolueno, formaldehído, tricloroetileno, xileno, benceno y esporas de moho, entre otros. Si a eso le añadimos el hecho de que vivimos en lugares donde el aislamiento es importante, sin ventilación, para mejorar la eficiencia energética en verano o invierno, es el entorno ideal para enfermarse.
Es aterrador pensar que respiramos muchas cosas todos los días que conducen a problemas de salud a corto y largo plazo, pero las plantas están aquí para ayudar. Algunos tienen capacidades purificadoras, que pueden absorber y procesar estas sustancias nocivas. Si sufres de alergias o síntomas desagradables cerca, no dudes en hacerte con plantas depurativas, como zamioculcas, potos o dragos.
- - El cultivo de plantas tiene una acción terapéutica
Un estudio mostró que mientras un grupo de mujeres mayores participaba en 15 sesiones de jardinería, mejoraron sus niveles de estrés, aumentaron la masa muscular y ganaron destreza manual, a diferencia del grupo control que no participó en estas actividades. Sin embargo, los beneficios no son solo físicos, ya que atender las necesidades de las plantas, cuidarlas y verlas crecer es un objetivo y proporciona una sensación de logro necesaria para recuperarse de procesos mentales y emocionales difíciles.
Cuidar las plantas puede hacer maravillas para las personas con depresión, ansiedad o demencia. Las plantas son seres vivos y dinámicos, que requieren cierta interacción con las personas pero a un nivel moderado (a diferencia de una mascota, por ejemplo). Esto crea una relación de dependencia, así como una meta o responsabilidad que es bastante manejable y puede ser suficiente para involucrar al individuo en el momento presente.
- - Las plantas mejoran su capacidad de recuperación
Una persona que ha tenido una cirugía, una enfermedad o una lesión puede obtener muchos beneficios de las plantas. Un estudio en 2002 encontró que las personas que se estaban recuperando de una cirugía, que tenían hierbas en su campo de visión, tenían menos necesidad de analgésicos y sedantes que aquellos que no tenían acceso a ellos.
Esto podría estar relacionado con el efecto relajante que tiene la naturaleza en las personas, lo que reduce el estrés y mejora la respuesta inmunitaria. Las plantas estimulan la producción de hormonas de la felicidad, lo que le permite sentirse más relajado y seguro y, como resultado, el cuerpo puede dedicar todos sus recursos a la recuperación.
- Las plantas mejoran la autoestima La falta de
- autoestima
es característica en niños y adolescentes, pero también puede afectar a los adultos. Hay muchas razones para esto, pero tener plantas ayuda a mejorar este indicador de salud mental. En primer lugar, el cuidado de una planta permite al niño o adolescente comprender la transformación que experimenta a medida que crece, así como los cambios y procesos que implica este fenómeno, que por lo tanto comparará con su propia experiencia de vida.
Por otro lado, cultivar con éxito una planta permite centrar la atención en otro ser vivo, que responde positivamente al cuidado y atención que se le brinda. Es una forma de fijarse una meta y alcanzarla, pero también de aprender que dar es una forma de amarse y quererse a uno mismo. Si puedes cuidar una planta, hacerla florecer y mantenerla viva, estás descubriendo un nuevo talento que te hará sentir mejor contigo mismo.
- - Las plantas aumentan
Los lugares de trabajo en los que la naturaleza está presente, ya sea una ventana con vistas a un paisaje natural o plantas de interior, tienden a mejorar la productividad y la atención de los empleados. La luz natural y las plantas son esenciales para crear ambientes de trabajo y relajación, que eliminen el estrés y estimulen la creatividad. Cuando ves plantas, te sientes más vivo, estás de mejor humor y las relaciones entre las personas que comparten ese espacio serán mejores.
Rodearse de plantas en la oficina aligera el ambiente, haciéndolo más cómodo y acogedor, menos hostil y más relajado. Los empleados se sentirán más cómodos, en lugar de querer huir tan pronto como el reloj marque el final del día. No hay nada como hacer una tarea cuando te sientes feliz y hacerla cuando no estás de humor. La relación es bastante simple: trabajar en un lugar donde el ambiente es positivo y saludable tiene un impacto positivo directo en la capacidad productiva de las personas.
-- Las plantas te hacen más feliz
Puede parecer una exageración, pero es cierto que la interacción con la naturaleza y las plantas tiene un efecto positivo en la moral, reduce el estrés y la ira, y mejora tu sensación de bienestar psicológico. También mejoran la autoestima, te hacen sentir productivo y te dan una sensación de logro. Todos estos beneficios se reflejan inmediatamente en las emociones y el comportamiento.
Conectarse con la naturaleza cultivando plantas de interior puede parecer mundano a primera vista, pero estos actos aparentemente simples tienen un impacto sorprendente en su sensación general de bienestar. Hay una dimensión meditativa en la jardinería, que le permite detenerse unos minutos al día para regar, observar y cuidar sus plantas. Esta capacidad de vivir en el momento presente, aquí y ahora, es esencial para lograr una sensación de satisfacción personal. El verdadero secreto de la felicidad está en esas pequeñas cosas que nos enseñan las plantas, en el tenue milagro de una flor inesperada, una nueva hoja o un nuevo capullo.