Una de las cosas que más me emocionó al mudarme a este lugar fue la posibilidad de disponer de dos jardineras grandes. Apenas las vi comencé a planear cómo iba a repartir mi colección de cactus y suculentas, plan que llevé a cabo. Era un lugar magnífico, porque recibían mucha luz y estaban protegidas de mis gatos. Todo era perfecto, hasta que descubrí que mis Echeverias ya no parecían unas rosetas gigantes, sino que estaban feas y larguiruchas.
Este fenómeno irreversible que destruyó la estética de mi planta se conoce como etiolación y tiene que ver con la cantidad y dirección de la luz que estaba recibiendo. Fue en ese preciso instante que comencé a aprender un poco más sobre los requerimientos lumínicos de las plantas, pues es necesario entender estos procesos para poder ofrecerles las mejores condiciones para su crecimiento. Hoy voy a compartirles lo que he aprendido sobre el tema, incluyendo la clasificación y los grupos de plantas según su necesidad de luz.
Importancia de la luz natural en las plantas
La luz es fundamental para el desarrollo y crecimiento de las plantas. Casi todos sabemos que es imprescindible para la fotosíntesis, ese proceso mediante el cual la planta procesa su propio alimento, permitiéndole almacenar glucosa y proporcionar energía para todas sus células; pero pocas personas reconocen que hay otros 3 procesos que dependen de la luz: el fototropismo, la fotoperiocidad y la fotomoforgénesis.
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El fototropismo, que responde sobre todo a la luz azul, hace que la planta crezca o se mueva en dirección a la luz, aunque hay casos de fototropismo negativo, en el que ocurre de forma contraria. Los brotes de las plantas crecen hacia la fuente de energía luminosa. Este movimiento ocurre porque en las plantas hay una proteína llamada fototropina, que son receptores de luz que absorben la parte azul del espectro. Cuando se activan, son capaces de afectar el comportamiento de otras proteínas y hormonas vegetales como la auxina; que promueve la elongación celular.
La auxina se concentra en zonas donde no hay incidencia de la luz, haciendo que esas células crezcan, inclinando la planta hacia la fuente de luz. Este mecanismo es el responsable de la etiolación (lo que le pasó a mis pobres echeverias), que estira las plantas para que reciban más luz solar.
El fototropismo negativo es un mecanismo interesante de algunas plantas como la Monstera Deliciosa. Cuando esta planta no recibe suficiente luz, en vez de dirigirse hacia arriba, buscando el sol, tenderá a moverse hacia la sombra. No es que desee suicidarse, es que en su hábitat natural la monstera crece al abrigo de grandes árboles, entonces la planta instintivamente buscará la sombra más espesa porque provendrá de un árbol alto, al cual se trepará para alcanzar mejor los rayos solares.
La Fotoperiocidad expresa la respuesta de la planta frente a las cantidades de luz y oscuridad en un periodo de 24 horas. Aunque no lo creas, las plantas son capaces de medir la duración del día y de la noche de forma bastante precisa. Estos intervalos de exposición solar /oscuridad determinarán la floración, germinación, entre otros procesos.
Este ritmo circadiano es posible gracias a un pigmento llamado fitocromo, que son unos pigmentos proteicos ubicados en las hojas y que son capaces de detectar estos cambios estacionales. La duración de las horas de luz le sirve como señal para estimular procesos particulares como la floración o actividades metabólicas entre otras, incluyendo el crecimiento de los tallos, la caída de las hojas y el desarrollo radicular. Este pigmento reacciona sobre todo con la luz roja y la luz roja lejana del espectro luminoso.
La Fotomorfogénesis es el crecimiento de las plantas controlado por la luz, pero que no está relacionado con la fotosíntesis. Son respuestas a la luz azul de alta intensidad y dependen de forma directa de la cantidad de luz recibida, tanto por la longitud de onda como por la cantidad total, además de la actividad de los fitocromos.
Luz natural vs Artificial
No todas las luces son iguales, varían en intensidad y calidad con lo que un tipo de luz podría estimular ciertos procesos pero evitaría otros, así que es imprescindible entender la importancia del tipo de luz que se le proporciona a la planta. Sin lugar a dudas, la luz natural es la mejor de todas y las plantas, sin importar su clasificación, deberían tener acceso a ella de forma adecuada.
Para que te hagas una idea de la gran diferencia entre la luz natural y la artificial, la luz del interior de tu casa producida por un foco no pasa de los 500 luxes, mientras que la luz natural en un día soleado en el exterior puede alcanzar los 100 mil luxes. Por otra parte, la luz natural ofrece un espectro mucho más variado que la luz artificial. Recordemos que la luz solar tiene todo el espectro de luz, con todos los colores del arcoiris, pero especialmente el rojo (que se encarga de la elongación y floración de la planta) y azul (que determina el crecimiento y germinación).
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Ojo, que cuando hablo de luz artificial hago referencia a la iluminación común y corriente que utilizamos en los diferentes espacios en casa u oficina, con una bombilla doméstica de las de siempre. Las lámparas especiales para plantas de interior si que pueden proporcionar todo lo que las plantas necesitan para crecer y es una forma sencilla de garantizar que tu colección plantil obtenga todo lo que necesitan, sin importar las condiciones naturales del espacio en el que viven.
Clasificación de las plantas según necesidad de luz
Clasificar las plantas según las necesidades de luz es una forma sencilla de entender las necesidades de las plantas y saber si van a estar felices en el lugar donde piensas ubicarlas. Tan simple que si sabes que en tu balcón hay mucha luz directa, pues te vas a buscar plantas de pleno sol que puedan aprovechar esas conidciones. ¿Vives en un piso que parece una cueva? Pues te haces con plantas cuyas necesidades lumínicas sean más flexibles. Por otra parte, conocer sobre el fotoperiodo te permitirá entender ciertos procesos de tus plantas.
Según su fotoperiodo
El fotoperiodo es el número de horas de luz ininterrumpida que recibirá la planta en un periodo de 24 horas. Esto no se refiere sólo al sol directo, sino a la duración del periodo iluminado (día) y la oscuridad (noche). Esta franja de tiempo varía según las estaciones, haciéndose más larga en verano y más corta en invierno. Como las plantas no pueden consultar el calendario ni preguntar la fecha, pues utilizan estas pistas ambientales para saber en qué estación está y ver si es propicio iniciar ciertos procesos como la floración.
El fotoperiodo es fundamental para el metabolismo de la planta. Si la fotosíntesis se encarga de crear su alimento, es el fotoperiodo la forma en como se regula el crecimiento y dirección de las hojas, floración, germinación y más. Una planta deja caer sus hojas en otoño, sobrevive al invierno y renace en primavera gracias a este proceso. También es posible utilizarla para forzar la floración de ciertas especies. ¿Te has preguntado cómo es posible que algunas plantas como las Kalanchoe Blossfeldiana siempre están florecidas y guapísimas en los viveros? Esto es porque manipulan los fotoperiodos, colocando bolsas oscuras sobre las plantas para simular días más cortos y hacerle creer que es momento para florecer. También se hace para producir ciertos alimentos fuera de temporada.
Desde la perspectiva del fotoperiodo podríamos clasificar las plantas dentro de tres grandes grupos:
Plantas de días cortos
Las plantas de días cortos son aquellas que producen flores cuando lo indican los fitocromos que perciben la luz roja (de las puestas de sol) y la luz roja lejana (que es aún menos intensa). Cuando reciben mayor cantidad de esta luz, comienzan su floración. Esto quiere decir que las plantas de días cortos crecen y desarrollan más cuando su exposición lumínica es menor, pues son capaces de acelerar el metabolismo y sus procesos. Estas plantas requieren periodos de luz que no sean superiores a las 14 o 12 horas máximo.
La mayoría provienen de zonas tropicales, subtropicales o de latitudes bajas. Se dice que este ciclo particular ocurre porque estas especies se originaron en lugares tropicales, en las que el invierno (y por ende los días más cortos) coinciden con la época más lluviosa del año y sus cosechas son antes de la estación seca.
Algunas plantas de días cortos, que suelen florecer en otoño o primavera, son las poinsetias, cactus de Navidad, rosa mística, ciclámen, crisantemo, prímula. Entre los cereales y vegetales de días corto están las batatas, bananas, además del arroz, sorgo, caña de azúcar, tabaco y maíz.
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Plantas de días largos
En las plantas de días largos ocurre lo opuesto a las plantas de días cortos, pues la luz roja intensa inhibe la floración: La planta interpreta estos cambios lumínicos como el inicio de los días otoñales y de invierno, por lo que empieza a prepararse para entrar en hibernación. Estas plantas requieren exposiciones prolongadas a la luz, de ser posible más de 14 horas al día.
Este tipo de plantas son capaces de percibir las bajas temperaturas como un indicativo de que deben seguir en un periodo de reposo, una uerte de estado vegetativo que les permite tolerar el frío mejor que el estado reproductivo (de floración a semilla). El acumular determinado número de horas durmiendo bajo tierra le garantizará el crecer y florecer cuando el invierno haya pasado. Esta es la razón por la cual no se pueden tener plantas originarias de lugares con estaciones bien diferenciadas en lugares tropicales.
Las plantas de días largos suelen provenir de latitudes medias y altas. Son asociadas con el verano y se cree que lo que en realidad activa el ciclo de floración son los periodos cortos de oscuridad. Algunos ejemplos de este tipo de plantas son la celosia, gaillardia, coreopsis, rudbeckia, amapolas, tréboles, trigo, guisantes, cebada, cebollas, espinacas, lechugas, remolachas, entre otras.
Plantas de días neutros
Así como hay personas muy sensibles a ciertos estímulos y hay otras que son completamente indiferentes, existen plantas que pasan de las horas de luz u oscuridad. A ellas les vale que el día sea más largo que la noche o viceversa, las plantas de días neutros tienen sus propios ritmos, dictados por la edad u otros estímulos y que determinan los tiempos de floración. Algunas de estas especies son las petunias, dientes de león y girasoles. La sandía, melón, los jacintos y narcisos también entran dentro de esta clasificación. De hecho, se cree que hay variedades de plantas que lograron adaptarse a otros foto-periodos y se volvieron insensibles a estas condiciones. Hay variedades de maíz que pueden adaptarse al cultivo de zonas templadas, aún cuando es originario de América.
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Según su ubicación
Esta clasificación hace alusión a la forma en que la iluminación debe incidir sobre la planta. Esto depende del entorno en donde se origina la especie. De este modo, las plantas que proceden de bosques altos y protegidos, requerirán luz indirecta, mientras que los árboles más altos, los vegetales y otras sí que necesitarán recibir los rayos del sol de forma más intensa y directa. Según estos criterios, las plantas se clasificarán dentro de estos 3 grupos básicos:
Plantas de plena luz
Las plantas de plena luz son aquellas que requieren la incidencia directa de los rayos solares sobre sus hojas para poder llevar a cabo sus procesos. Todos los árboles, incluyendo los bonsai, son plantas de plena luz como se puede intuir por sus dimensiones. Asimismo, la scheflera, orquídeas bambú, cactus, además de todos los vegetales y flores como las rosas son plantas que deben recibir muchísima luz solar directa, así que deberías ubicarla en el exterior o al menos en una terraza o ventana.
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Plantas de sombra
Las plantas, todas, requieren aunque sea una cantidad mínima de luz para poder crecer pues es imprescindible para la fotosíntesis. Dicho esto, las plantas de sombra son aquellas que provienen de lugares protegidos por las copas espesas de los árboles o que crecen al abrigo de otras especies de árboles o plantas más altos. Pueden permanecer en el interior del hogar y crecerán felices aún cuando no estén tan cerca de una ventana, de hecho si reciben los rayos del sol directos pueden quemarse. Ejemplos de estas son las Sansevierias, lirio de la paz y Zamioculcas.
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Plantas de semi sombra
Las plantas de semi sombra suelen provenir de bosques tropicales, donde reciben luz filtrada por las copas de los árboles y plantas más altos. Requieren niveles altos de humedad y muchas son trepadoras. Este puede ser un concepto un poco difícil de entender, sobre todo porque se confunde con la sombra. Las plantas de semi sombra o sombra parcial deben estar protegidas de los rayos directos del sol, pero en un lugar bien iluminado. Si están muy cerca de una ventana, por ejemplo, deberías filtrar el sol con una cortina al menos. Un espacio bien iluminado, pero ubicado al norte que apenas reciba luz al final de la tarde sería perfecto para este tipo de plantas. Ejemplo de plantas de semi sombra son las calatheas, monsteras, helechos, Drácenas, suculentas, entre otras tropicales de interior.
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